Muertes relacionadas con opioides: respuestas sanitarias y sociales

Introducción

Esta miniguía forma parte de una serie más amplia, que en conjunto comprende Health and social responses to drug problems: a European guide. Ofrece una visión general de los principales aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de planificar o de proporcionar respuestas sanitarias y sociales a las muertes provocadas por el consumo de drogas, y examina la disponibilidad y la eficacia de las respuestas. También tiene en cuenta las implicaciones a nivel práctico y político.

Última modificación: 6 de julio de 2023.

Contenido:

Visión general

Cuestiones principales

La mortalidad directa o indirectamente relacionada con el consumo de opioides es una de las causas primordiales de muertes prematuras que hubieran podido evitarse entre los adultos en Europa, con unas tasas de mortalidad relacionadas con las drogas cifradas en torno al 1-2 % anual entre las personas que se inyectan opioides opioides . En general, se detectan opioides en más de tres cuartas partes de las sobredosis mortales en Europa. El riesgo de muerte por sobredosis de opioides aumenta tras periodos de abstinencia cuando se pierde la tolerancia, en particular al salir de prisión o al abandonar un tratamiento basado en la abstinencia.

El suicidio, los accidentes y las complicaciones provocadas por las infecciones también contribuyen al exceso de mortalidad observado en este grupo. Los estudios también han puesto de manifiesto que las personas que consumen opioides pipiopueden sufrir tasas superiores a lo previsto de ciertas enfermedades no transmisibles, como algunos tipos de cáncer y problemas cardiovasculares. Una asociación entre los problemas relacionados con los opioides y otras cuestiones relacionadas con el consumo de sustancias, como el tabaquismo o los altos niveles de consumo de alcohol, puede explicar en parte esta observación. 

Hechos probados y respuestas

Los enfoques adoptados para reducir las muertes relacionadas con el consumo de opioides incluyen intervenciones centradas en la prevención de las sobredosis y otras destinadas a mejorar las posibilidades de supervivencia de las personas que sufren una sobredosis.

  • Tratamiento con agonistas opioides (1): Inscribir y retener a las personas consumidoras de opioides en un tratamiento eficaz reduce las muertes relacionadas con los opioides .
  • Naloxona: El antagonista opioide naloxona puede revertir el efecto potencialmente mortal de una sobredosis de opioides. Varias intervenciones pretenden garantizar la disponibilidad de naloxona y promover su uso adecuado por parte de los compañeros y profesionales que responden o intervienen en sobredosis de drogas.
  • Continuidad de la atención: Es importante garantizar la continuidad de los servicios de salud y de drogodependencia durante los momentos de transición entre la prisión y la comunidad, ya que las pruebas demuestran que las personas que consumen opioides son especialmente vulnerables a las sobredosis durante las primeras semanas posteriores a su puesta en libertad.
  • Evaluación de los riesgos de sobredosis: La sensibilización de las personas que utilizan opioides es especialmente importante con respecto a los riesgos principales, incluido el uso simultáneo de alcohol o benzodiazepinas.
  • Salas de consumo supervisado de droga: Las pruebas disponibles en la actualidad indican que pueden desempeñar un papel en la reducción tanto de los comportamientos de riesgo como de las muertes relacionadas con las drogas.

Además, una serie de políticas e intervenciones pueden contribuir a reducir la vulnerabilidad de las personas frente a la sobredosis. Entre ellas figuran, por ejemplo, la prestación de servicios de proyección hacia el exterior y servicios de bajo umbral que reducen las barreras de acceso para aquellas personas que buscan ayuda, y las políticas integradas de prevención de las sobredosis.

Perspectiva europea

  • Se calcula que una de cada dos personas que consumen opioides en Europa recibe tratamiento con agonistas opioides, pero la cobertura varía ampliamente de un país a otro. El suministro deinformación sobre el riesgo de sobredosis está disponible en la mayoría de los países europeos, aunque la cobertura y el enfoque adoptado pueden variar.
  • En más de un tercio de los países europeos existen programas de naloxona para llevar a domicilio.
  • En algo menos de un tercio de los países europeos funcionan una o más salas de consumo supervisado de droga.

Cuestiones principales relacionadas con el consumo de opioides y la mortalidad

Las preguntas clave que deben abordarse en la fase de evaluación inicial son a quién afecta, qué tipos de sustancias y pautas de consumo implican, y dónde tiene lugar el problema. Las respuestas deben adaptarse a los problemas específicos de drogas que surgen en relación con el consumo de drogas, y estos pueden diferir entre países y a lo largo del tiempo. El amplio abanico de factores que deben tenerse en cuenta en esta fase del proceso se abordan en el Marco de acción para el desarrollo y la aplicación de respuestas sanitarias y sociales a los problemas de las drogas.

La mortalidad relacionada directa o indirectamente con el consumo de opioides es una de las principales causas de muerte prematura evitable entre los adultos europeos. Los opioides intervienen en aproximadamente tres cuartas partes de las sobredosis mortales de drogas. El índice de mortalidad global por sobredosis en la Unión Europea es de aproximadamente veinte muertes por millón de habitantes, si bien los índices y tendencias nacionales varían significativamente. Esta variación se debe a diversos factores, entre ellos las diferencias en las cifras de personas expuestas al riesgo de muerte por sobredosis, y las variaciones en la notificación y la codificación de los casos de sobredosis en las bases de datos de mortalidad nacionales. En algunos países es probable que las muertes por opioides no se notifiquen suficientemente, lo cual dificulta las comparaciones entre países.

Los índices de mortalidad por causas de todo tipo entre las cohortes de consumidores de opioides de alto riesgo oscilan entre el 1–2 % anual, lo cual es entre 5 y 10 veces superior al que se registra en personas de la misma edad y sexo. La causa principal de dicha elevada mortalidad radica en las sobredosis, aunque hay otras causas que contribuyen a ella significativamente y que guardan relación indirecta con el consumo de drogas, como las infecciones, los accidentes, la violencia y el suicidio. Con frecuencia, los consumidores de opioides de alto riesgo presentan una salud física precaria, lo que se refleja en unos índices elevados de enfermedades pulmonares y cardiovasculares crónicas (a menudo, relacionadas con el tabaco) y con problemas hepáticos por las infecciones del VHC y el consumo excesivo de alcohol. Estas afecciones representan una elevada proporción de las hospitalizaciones y de muertes en este grupo. Actualmente, la población consumidora de opioides envejece cada vez más en muchos países europeos, lo cual puede afectar tanto a los índices de mortalidad directa como a la indirecta. A lo largo de la última década, los datos europeos indican que el número de muertes por sobredosis notificadas de opioides ha aumentado entre los grupos de más edad y ha disminuido entre los más jóvenes.

Tanto el tipo de sustancia utilizada, como la vía de administración y la salud del consumidor tienen un efecto sobre el riesgo de sobredosis. La heroína y sus metabolitos aparecen en la mayoría de las sobredosis mortales en Europa, a menudo en combinación con otras sustancias. Otros opioides (metadona, buprenorfina y, en menor medida, otros opioides de venta con receta y fentanilos) se detectan en una proporción sustancial de las muertes por sobredosis y predominan en unos pocos países. Probablemente, el papel de los opioides sintéticos producidos ilegalmente esté insuficientemente documentado, ya que su presencia no se analiza de manera habitual en muchos países.

Normalmente, multiples sustancias están implicadas en muertes por sobredosis. Las benzodiacepinas, junto con el alcohol, aparecen con frecuencia junto a los opioides en las muertes relacionadas con las drogas en Europa, y todas ellas tienen propiedades de depresión respiratoria. Algunas benzodiazepinas son medicamentos recetados, pero cada vez es mayor el número de benzodiazepinas nuevas y falsas detectadas en el mercado negro (véase Nuevas sustancias psicotrópicas: respuestas sanitarias y sociales y uso no médico de los medicamentos: respuestas sanitarias y sociales, así como Spotlight on... Uso no médico de benzodiazepinas).

Los estimulantes como la cocaína, la MDMA y las anfetaminas están asociados a un menor número de muertes por sobredosis en Europa, aunque su importancia varía en función de los países. Los brotes de muertes asociadas a nuevas sustancias psicotrópicas, como los cannabinoides sintéticos, también suscitan preocupación en algunos países.

Una serie de factores circunstanciales pueden incrementar el riesgo de muerte por sobredosis, entre ellos, en el caso de los consumidores de opioides, la interrupción del tratamiento o la discontinuidad del tratamiento y la asistencia. En determinadas situaciones, por ejemplo, tras la desintoxicación o la retirada del tratamiento sin drogas o la abstinencia involuntaria durante el encarcelamiento, la tolerancia de una persona a los opioides disminuye en gran medida y, como consecuencia, surge un riesgo especialmente alto de sobredosis si se reanuda el consumo. Por estas razones, las directrices europeas en materia de salud pública para los entornos penitenciarios recomiendan garantizar una atención continuada entre la prisión y la comunidad mediante la derivación a servicios adecuados de atención comunitaria y el seguimiento tras la puesta en libertad. Por último, la falta de respuesta o las intervenciones de primeros auxilios inadecuadas por parte de quienes han sido víctimas de sobredosis, ya sea debido a un conocimiento deficiente, a la falta de acceso a una medicación eficaz o al temor a repercusiones legales, incrementan el riesgo de que un episodio de sobredosis tenga un desenlace mortal.

Hechos comprobados y respuestas a las muertes relacionadas con los opioides

La elección de las respuestas adecuadas que puedan revelarse eficaces para hacer frente a un problema concreto relacionado con la droga requiere una comprensión clara de los objetivos principales de la intervención o la combinación de intervenciones. Lo ideal sería que las intervenciones estuvieran respaldadas por las pruebas más sólidas disponibles; sin embargo, cuando las pruebas son muy limitadas o no están disponibles, el consenso de los expertos puede ser la mejor opción hasta disponer de datos más concluyentes. El Action framework for developing and implementing health and social responses to drug problems (Marco de acción para el desarrollo y la aplicación de respuestas sanitarias y sociales a los problemas relacionados con las drogas) analiza con más detalle qué se debe tener en cuenta a la hora de seleccionar las opciones de respuesta más adecuadas.

Las respuestas destinadas a reducir las muertes relacionadas con los opioides incluyen intervenciones orientadas, en primer lugar, a prevenir las sobredosis y otrascentradas en prevenir la muerte cuando se producen sobredosis. Además, pueden utilizarse enfoques de salud pública más amplios, como la prestación de servicios de proximidad y de bajo umbral que reduzcan las barreras de acceso para las personas que buscan ayuda y puedan contribuir a reducir la vulnerabilidad a la sobredosis.

Intervenciones para prevenir las muertes relacionadas con los opiaceos

 

Reducción de la vulnerabilidad a las sobredosis

La reducción de la morbimortalidad por sobredosis plantea un desafío considerable para la salud pública en Europa. Una respuesta de salud pública más amplia en este ámbito aspira a reducir la vulnerabilidad de las personas que consumen drogas reduciendo los obstáculos y fomentando el compromiso con los servicios de tratamiento de la drogodependencia y otros servicios de apoyo, y proporcionando servicios de reducción de daños a los que pueda accederse fácilmente.

Como en cualquier otro ámbito de la asistencia sanitaria, es importante garantizar la calidad de la atención y aplicar respuestas basadas en pruebas empíricas. En este contexto, el desarrollo de estrategias nacionales y locales de prevención de sobredosis puede desempeñar un papel importante, especialmente si se inscribe en un enfoque integrado que aborde de manera holística las diversas necesidades sanitarias y de apoyo de las personas que consumen opioides y fomente el compromiso entre las distintas partes interesadas que prestan servicios en este ámbito. Los enfoques integrados pueden incluir, por ejemplo, la coordinación con los programas de vivienda y de empleo y las intervenciones para combatir la estigmatización. La asignación de recursos adecuados a los servicios y el apoyo político para su aplicación son también factores cruciales.

En algunos países europeos, el creciente número de opioides incontrolados y otras nuevas sustancias psicotrópicas notificadas al Sistema de Alerta Rápida de la UE agrava las preocupaciones en este ámbito (véase Nuevas sustancias psicoactivas: respuestas sanitarias y sociales, Spotlight on... fentanils y otros nuevos opioides y Spotlight on... cannabinoides sintéticos). Dado el potencial daño que pueden causar estas drogas, es importante que Europa se mantenga alerta y esté preparada para responder rápida y eficazmente a cualquier aumento de las amenazas y procedentes de tales sustancias. Esto requiere invertir en las capacidades de vigilancia, en particular una mejor información toxicológica sobre las muertes relacionadas con las drogas. También señala la necesidad de identificar las fuentes de las sustancias implicadas en estas muertes con el fin de formular respuestas adecuadas (véase Uso no médico de los medicamentos: respuestas sanitarias y sociales).

El análisis forense de las drogas cobra un papel cada vez más importante en este ámbito, especialmente en lo que se refiere a la identificación de la presencia de fentanilos, benzodiazepinas y otras sustancias en el mercado negro capaces de implicar un riesgo de causar graves daños a la salud de los usuarios, o incluso muerte. Esto puede incluir el análisis de sustancias proporcionadas por personas que consumen drogas, residuos en jeringuillas devueltas a centros de intercambio de agujas y drogas depositadas en contenedores u obtenidas de incautaciones. Esta información puede utilizarse para fundamentar el diseño de programas específicos de prevención de sobredosis y también constituye una aportación esencial y oportuna a las alertas de salud pública que intentan reducir el riesgo de sobredosis.

Reducción del riesgo de sobredosis

Sin tratamiento

El riesgo de sobredosis relacionada con el consumo de opioides se reduce, a la vez que las personas que consumen opioides siguen recibiendo tratamiento de agonistas opioides. Un meta-análisis de estudios observacionales ha demostrado que el tratamiento con agonistas opioides, utilizando metadona o buprenorfina, reduce la incidencia de sobredosis y de todas las demás causas de muerte en personas dependientes de opioides. La tasa de mortalidad de pacientes sometidos a tratamiento con metadona equivale a menos de un tercio de la tasa observada en los consumidores de opioides sin tratamiento.

Los análisis de muertes por sobredosis en diferentes fases del tratamiento con terapia de opioides indican que las intervenciones preventivas deben centrarse en las cuatro primeras semanas de tratamiento (en particular, para quienes toman metadona) y en las cuatro primeras semanas tras abandonar el tratamiento. Son dos períodos en los que el riesgo de sufrir sobredosis es especialmente elevado. Dado que el hecho de de los clientes abandonen el tratamiento puede no estar planificado, esto implica la necesidad de incorporar también actividades de sensibilización sobre la sobredosis en los planes de atención en curso de las personas que reciben ayuda por problemas relacionados con opioides. También debe tenerse en cuenta que las personas que entran y abandonan con frecuencia el tratamiento son especialmente vulnerables a la sobredosis. También se ha demostrado que las personas que consumen opioides inmediatamente después de salir de prisión presentan un riesgo elevado de sobredosis. Durante las cuatro primeras semanas después de salir de prisión, los delincuentes con antecedentes de consumo de heroína presentan un riesgo de muerte notablemente elevado, siendo más frecuentes las recaídas y la sobredosis de opioides durante este período. Para evitar las muertes tras la salida de un centro penitenciario, es importante derivar al interesado, de manera proactiva y preparada, a un tratamiento con terapia de opioides comunitario o a otras opciones de tratamiento adecuadas («asistencia continuada»). Los servicios de tratamiento también deben asegurar que los pacientes sean conscientes de los riesgos de sobredosis cuando abandonan el tratamiento y de cómo reducirlos. La capacitación del personal penitenciario y la participación de los reclusos que consumen opioides en los servicios de salud locales durante las semanas posteriores a su puesta en libertad también ayudan a prevenir las muertes por sobredosis en esta población.

En algunos países, la naltrexona se utiliza para prevenir la recaída en personas dependientes de opioides. La naltrexona de liberación prolongada es una formulación inyectable de liberación sostenida del antagonista del receptor mu-opioides completo que se toma mensualmente. Algunos estudios sugieren que la naltrexona de liberación prolongada puede estar asociada con tasas de mortalidad más bajas que las de los agonistas opioides durante el tratamiento; sin embargo, subsiste mucha incertidumbre en torno a su eficacia y se requiere más investigación sobre este tema.

Prevención del desvío de medicamentos agonistas opioides

A la vez que deben garantizar un acceso fácil al tratamiento con agonistas opioides y un suministro adecuado del mismo, el personal médico y los planificadores de servicios también deberán asegurarse también de que se aplican los regímenes de prescripción y se respetan los controles adecuados para evitar el desvío de medicamentos agonistas a personas sin receta. Esto incluirá poner las directrices clínicas y la formación a disposición de los médicos con respecto a las prácticas de prescripción apropiadas ( véase Uso no médico de medicamentos: respuestas sanitarias y sociales). En el caso de las personas con recetas para llevar a casa, también es importante abordar las cuestiones relacionadas con el almacenamiento y la protección de los niños a fin de reducir cualquier riesgo de sobredosis involuntaria por parte de los menores.

Formación en materia de sensibilización sobre sobredosis, cribado y evaluación de riesgos

Una comunicación eficaz con los consumidores puede actuar como catalizador para reducir daños, ya que muchos consumidores de drogas subestiman o no son conscientes de los riesgos de sobredosis a los que están expuestos. Lo ideal sería que profesionales cualificados prestaran las intervenciones de prevención, educación y asesoramiento relativas a las sobredosis, de manera regular, en entornos sanitarios y de atención primaria, incluidos servicios de reducción de daños, como los programas de intercambio de agujas y jeringuillas. El cribado de las personas que utilizan opioides para hacer frente a un riesgo de sobredosis también puede reducir la mortalidad general mediante la identificación y la prestación de apoyo a las personas de alto riesgo.

Análisis de drogas

Aunque los servicios de análisis de drogas se han centrado normalmente en el análisis de drogas estimulantes, a menudo en entornos recreativos, en los últimos años algunos servicios de análisis de drogas han venido realizando análisis de opioides, y en un pequeño número de países estas instalaciones pueden estar ubicadas en servicios de reducción de daños y bajo umbral.

Los servicios de análisis de drogas permiten analizar químicamente las drogas sintéticas de los consumidores de forma individualizada y facilitarles información sobre la composición de las muestras, así como recomendaciones y, en algunos casos, asesoramiento o intervenciones breves. Los objetivos del servicio varían, desde la recopilación de información hasta la reducción de daños informando y advirtiendo a los consumidores sobre las sustanciasen el mercado. Un aspecto importante de los servicios de análisis de drogas es la forma de comunicar los resultados a los individuos y si este se acompaña de asesoramiento sobre reducción de daños y breves intervenciones.

Reducción de las sobredosis mortales

La mayoría de las sobredosis se producen en presencia de otras personas, y la mayoría de las personas que se inyectan drogas han presenciado o experimentado sobredosis. Por lo tanto, es probable que las personas que consumen drogas, y sus amigos y familiares, sean tanto transeúntes como los primeros en aportar una posible respuesta en situaciones de sobredosis de emergencia. Estas redes humanas, con una formación y sensibilización adecuadas, pueden utilizarse potencialmente para prevenir las muertes por sobredosis. Las intervenciones destinadas a mejorar las respuestas de los transeúntes incluyen la formación de compañeros y familiares de los consumidores de drogas en la prevención, el reconocimiento y la respuesta a las sobredosis. Otras intervenciones que tratan de reducir las sobredosis mortales son la distribución de naloxona para revertir los efectos de la sobredosis y la habilitación en algunos países de espacios donde las personas pueden consumir drogas ilícitas bajo la supervisión de personal especialmente entrenado (véase Spotlight on... Drug consumption rooms).

Naloxona para revertir las sobredosis

La naloxona es un opioide antagonista que puede revertir el efecto de las sobredosis por opioides. En 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que la naloxona estuviera a disposición de todos aquellos que puedan presenciar una sobredosis por opioides. Por lo tanto, es fundamental garantizar su disponibilidad y su uso por parte de los primeros intervinientes, como la policía, el personal de las ambulancias y en los servicios de urgencias.

La naloxona puede administrarse mediante inyección (con naloxona suministrada en ampollas de vidrio o jeringas precargadas) o aerosol nasal. Los estudios del tratamiento prehospitalario de la sobredosis de opioides han demostrado que la naloxona intranasal es tan eficaz como la naloxona inyectable. Aunque es más frecuente que se requiera una dosis de «rescate» adicional, las pulverizaciones nasales pueden convertirse en la alternativa preferida para la naloxona inyectable en programas para llevar a casa destinados a personas legas, ya que son más fáciles de manejar y pueden facilitar el uso del antídoto por parte de una gama más amplia de personas.

Una de las prioridades ha sido desarrollar intervenciones destinadas a facilitar la disponibilidad de naloxona en lugares donde puedan producirse sobredosis, como la naloxona para llevar a casa y la distribución de naloxona entre iguales. Los programas de naloxona para llevar a casa combinan la formación sobre el riesgo de sobredosis y el tratamiento con la distribución de kits de naloxona a aquellos que pueden ser testigos de una sobredosis de opioides, como las personas que consumen drogas y sus iguales, amigos y familiares. Los programas de naloxona para llevar a casa también pueden dirigirse a otros posibles primeros intervinientes en caso de sobredosis, como los trabajadores de servicios de primera línea que interactúan con las personas que consumen drogas, incluidos los proveedores de atención médica, el personal de los refugios para personas sin hogar y los funcionarios de prisiones. Como parte de estos programas, los alumnos aprenden a reconocer y responder a una sobredosis, incluida la administración de naloxona, antes de la llegada de la ayuda médica de emergencia. Existen pruebas que respaldan el papel de la naloxona «para llevar» en la reducción de las muertes relacionadas con las drogas.

Los programas de distribución de naloxona entre iguales implican a los consumidores de drogas como trabajadores entre iguales (voluntarios o contratados) para ampliar el alcance de la distribución de naloxona y la formación. Pueden funcionar de formas similares a los programas de distribución profesional de naxolona, pero aprovechan el acceso privilegiado y la confianza que tienen las personas consumidoras de drogas con sus compañeros y otras que pueden ser testigos de una sobredosis. Esta iniciativa tiene por objeto ampliar la prestación de naloxona a quienes tienden a no acceder a los servicios de tratamiento.

Los reclusos recién liberados pueden beneficiarse en particular del acceso a la naloxona. La evaluación de un programa de distribución de naloxona a reclusos liberados en Escocia reveló que guardaba relación con el considerable descenso de las muertes por opioides al cabo de un mes fuera del centro penitenciario.

Salas de consumo supervisado de droga

En algunos países existen salas de consumo de drogas, que ofrecen un espacio fijo o móvil donde las personas que consumen drogas disponen de material de inyección estéril y pueden consumir drogas ilícitas bajo la supervisión de personal debidamente formado. El objetivo de estas salas es reducir los riesgos de inyectarse en condiciones poco higiénicas, prevenir las sobredosis y vincular a las personas que consumen drogas con los servicios de tratamiento, de salud y sociales (ver Spotlight on... Salas de consumo de drogas). También están diseñados para llegar a las personas que consumen drogas pero no se involucran con otros servicios de salud, especialmente las personas marginadas que se inyectan opioides en las calles, en condiciones de riesgo y antihigiénicas.

Las salas de consumo supervisado de droga prestan una serie de servicios que pueden contribuir a reducir las muertes por sobredosis entre las personas que consumen opioides, incluida la intervención directa en las sobredosis que se producen in situ y la promoción de la participación en el tratamiento de agonistas opioides. Algunos servicios proporcionan sensibilización y formación en materia de prevención de sobredosis, incluido el uso de naloxona.

Aunque las salas de consumo de drogas son notoriamente difíciles de evaluar, existen pruebas que sugieren que las salas de consumo de drogas pueden reducir los comportamientos de riesgo por inyección. Se han documentado reducciones en el número de muertes por sobredosis a nivel local tras el establecimiento de estas instalaciones y las pruebas actuales indican que los CRD también tienen un papel que desempeñar en la reducción de las muertes relacionadas con las drogas.

aplicaciones de salud electrónica

En la actualidad están surgiendo nuevas aplicaciones de sanidad electrónica cuyo objetivo es ayudar a reducir el riesgo de muertes por sobredosis, especialmente cuando las personas se están inyectando opioides por sí solas. Por ejemplo, recientemente se ha desarrollado una aplicación móvil que permite a las personas que consumen drogas registrarse antes de tomar una dosis. Una vez activada, la aplicación requiere una confirmación de seguridad por parte del usuario a intervalos regulares. Si el usuario no responde, la aplicación hará sonar una alarma y alertará a los servicios de emergencia.

Visión general de las pruebas sobre ... la reducción del número de muertes relacionadas con los opioides

Declaración Pruebas
Efecto Calidad

El tratamiento con agonistas opioides reduce las muertes por sobredosis.

Beneficiosa

Moderado

La naloxona puede revertir los efectos potencialmente mortales de una sobredosis de opioides.

Beneficiosa

Alta

La naloxona para llevar a casa reduce las muertes relacionadas con las drogas. Beneficiosa Alta

Las salas de consumo supervisado de droga pueden contribuir a reducir las conductas de riesgo del consumo por vía parenteral.

Beneficiosa

Bajo

Hay pruebas de que las salas de consumo de drogas pueden reducir las muertes relacionadas con las drogas

Beneficiosa

Bajo

Clave de efecto de la evidencia:
Beneficiosa: Prueba del beneficio en la dirección prevista. No está claro: No está claro si la intervención produce el beneficio previsto. Posible daño: Evidencia de daño potencial, o evidencia de que la intervención tiene el efecto contrario al deseado (por ejemplo, aumentar en lugar de disminuir el consumo de drogas).

Clave de calidad de la evidencia:
Alto: Podemos tener un alto nivel de confianza en las pruebas disponibles. Moderado: Tenemos una confianza razonable en las pruebas disponibles. Bajo: Tenemos una confianza limitada en las pruebas disponibles. Muy bajo Las pruebas disponibles actualmente son insuficientes y, por lo tanto, existe una incertidumbre considerable sobre si la intervención producirá el resultado deseado.

Panorama europeo: disponibilidad de intervenciones para reducir las muertes relacionadas con los opioides

Aunque alrededor de la mitad de los países europeos afirman abordar la prevención de las sobredosis en su estrategia o plan de acción nacional en materia de drogas, sólo un número limitado cuenta con una estrategia o plan específico de prevención de las sobredosis.

Todos los Estados miembros de la UE y Noruega informan de la distribución de información sobre el riesgo de sobredosis, que a veces también está disponible en diferentes lenguas para hacerla accesible a las poblaciones migrantes y pertenecientes a minorías étnicas. La información sobre el riesgo de sobredosis y la prevención se facilita cada vez más a través de nuevos canales de comunicación.

Todos los países de la Unión Europea ofrecen tratamiento agonista de los opioides. Dado que la permanencia en el tratamiento con agonistas opioides es un factor de protección contra las muertes por sobredosis, muchos países europeos han dado prioridad al incremento del acceso y la cobertura de estos servicios. Se calcula que una de cada dos personas que consumen opioides en Europa recibe algún tipo de tratamiento con agonistas opioides , aunque su cobertura varía considerablemente de un país a otro.

Más de un tercio de los países europeos ofrecen algún tipo de programa de formación y distribución de naloxona. A medida que se han identificado nuevas vías legales a nivel nacional, Europa ha experimentado un aumento de la distribución a nivel comunitario de naloxona a las personas que consumen opioides, sus parejas, compañeros y familias, junto con formación para reconocer las sobredosis y responder a ellas. Los programas de naloxona para llevar también se han puesto a disposición del personal de servicios que mantiene contacto con consumidores de drogas de manera regular. Han aparecido en el mercado nuevos productos de naloxona, como jeringuillas precargadas y aerosoles nasales. La venta sin receta de productos de naloxona está permitida en algunos países, mientras que en otros, el acceso a la naloxona se ve facilitado por programas gestionados por los servicios de drogodependencia. En un pequeño número de países europeos se han puesto a prueba programas de naloxona entre pares.

Alrededor de un tercio de los Estados miembros de la UE y Noruega tienen una o más salas de consumo de drogas en servicio, con más de 80 salas de consumo de drogas en funcionamiento en total. Además, otros países europeos están considerando la posibilidad de poner en marcha este tipo de instalaciones, aunque en algunos países se han cerrado las salas de consumo de drogas. Algunas se suspendieron debido a problemas legales, otras se cerraron debido a la disminución de las necesidades (unido a consideraciones de costes).

Implicaciones para las políticas y la práctica

Elementos básicos

Las principales intervenciones en este ámbito son:

  • Facilitación suficiente de tratamiento de sustitución de opioides, con la dosis adecuada, la gestión de cada caso y el apoyo adicional.
  • Disponibilidad y utilización de naloxona por parte de los equipos de primera intervención, como el personal de las ambulancias, personal paramédico y otras personas que atienden los casos de sobredosis.
  • Formación de sensibilización sobre la sobredosis para promover prácticas menos arriesgadas entre las personas que utilizan opioides.
  • Prevención del desvío de medicamentos agonistas opioides.

Oportunidades

  • Establecer programas de formación y distribución de naloxona entre iguales para que las personas con alto riesgo de sobredosis de opioides y sus compañeros, parejas y familias puedan acceder ampliamente a la naloxona, a fin de habilitarlas para intervenir y salvar vidas.
  • Mejorar la continuidad de la atención entre la prisión y la comunidad para prevenir las muertes relacionadas con las drogas en las primeras semanas tras la excarcelación, cuando el riesgo de sobredosis es especialmente alto.
  • Cuando existan, fomentar las evaluaciones del impacto de las intervenciones de naloxona para llevar a casa y entre iguales y de las salas de consumo de drogas.

Déficits

  • Identificar y revisar los obstáculos para el establecimiento de salas de consumo supervisado de droga en ámbitos con cifras elevadas de consumidores de drogas por vía parenteral en espacios públicos.
  • Ofrecer una mejor asistencia para los que abandonan el tratamiento basado en la abstinencia, debido a que la pérdida de tolerancia a los opioides aumenta el riesgo de sobredosis mortal.

Datos y gráficos

En esta sección, presentamos algunas visualizaciones de datos relevantes para las respuestas sanitarias y sociales a las muertes relacionadas con los opioides en la UE-27, Noruega y Turquía. Para ver una versión interactiva de las infografías que figuran a continuación, así como para acceder a los datos de origen, haga clic en la infografía.

Infografía Disponibilidad de programas de naloxona «para llevar» en Europa

 

Countries in the west of Europe are more likely to provide take-home naloxone than in the east of Europe
Infografía Figura: localización y número de salas de consumo supervisado de droga en toda Europa

 

Location of drug consumption facilities in Europe, March 2023

Otros recursos

EMCDDA

Otras fuentes

Sobre esta miniguía

Esta miniguía ofrece una visión general de los principales aspectos que es preciso tener en cuenta a la hora de planificar o proporcionar respuestas sanitarias y sociales a las muertes relacionadas con opioides, y examina la disponibilidad y la eficacia de las respuestas. También tiene en cuenta las implicaciones a nivel práctico y político. Esta miniguía se inscribe en un conjunto más amplio, que comprende Health and social responses to drug problems: a European guide.

Cita recomendada: Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (2022), Women and drugs: health and social responses, https://www.emcdda.europa.eu/publications/mini-guides/women-and-drugs-h….

Identificadores

HTML: TD-09-21-505-ES-Q
ISBN: 978-92-9408-024-0
DOI:10.2810/225750

(1) el término «tratamiento con agonistas opioides» se utiliza aquí como lengua preferida para cubrir una serie de tratamientos que implican la prescripción de agonistas opioides para tratar la dependencia de opioides . El lector debe ser consciente de que este término incluye el tratamiento de sustitución de opioides (TSO), un término que puede seguir utilizándose en algunas de nuestras herramientas de recopilación de datos y documentos históricos.

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