Conclusiones destacadas del proyecto europeo de encuestas escolares sobre alcohol y otras drogas (ESPAD) de 2024



En esta publicación se resumen las conclusiones más destacadas de la octava ronda del proyecto europeo de encuestas escolares sobre alcohol y otras drogas (ESPAD), en la que en 2024 participaron 113 882 estudiantes de 15 a 16 años de edad de 37 países europeos. Esta edición conmemora 30 años del seguimiento de los comportamientos de riesgo de los adolescentes en toda Europa e introduce un nuevo enfoque sobre el bienestar mental y las actividades de prevención, en reconocimiento de la creciente importancia de estos factores en la configuración de los datos de salud de los adolescentes.
El presente informe de conclusiones destacadas está disponible en 33 lenguas y se ha optimizado para su visualización online. Un informe más exhaustivo, el Informe ESPAD 2024: resultados del proyecto europeo de encuestas escolares sobre alcohol y otras drogas (ESPAD), se publicará en octubre de 2025.
Última modificación: 20 de mayo de 2025

Resumen de los resultados
El proyecto europeo de encuestas escolares sobre alcohol y otras drogas (ESPAD) de 2024 cumple 30 años de vigilancia de los comportamientos de riesgo de los adolescentes en toda Europa, con 37 países participantes. Aunque la atención sigue centrándose en las conductas y tendencias de consumo de sustancias, esta edición introduce un nuevo enfoque que incluye el bienestar mental y las actividades de prevención, en reconocimiento de la creciente importancia de estos aspectos en la configuración de los datos en materia de salud de los adolescentes. A medida que los comportamientos de los adolescentes evolucionan, el seguimiento a largo plazo de ESPAD sigue proporcionando información crucial para orientar los esfuerzos de prevención y las políticas, como garantía para que las respuestas sigan siendo eficaces y pertinentes.
A pesar de la disminución a largo plazo del consumo de sustancias, las tendencias emergentes suscitan nuevas preocupaciones. El consumo de cigarrillos ha disminuido notablemente en las últimas décadas, y la prevalencia a lo largo de la vida se ha reducido a la mitad durante el período 1995-2024. Sin embargo, el inicio temprano se mantiene, sobre todo entre las chicas, cuyas tasas de consumo diario de tabaco a la edad de 13 años o menos se han incrementado en los últimos años. Mientras tanto, el consumo de cigarrillos electrónicos ha aumentado considerablemente entre los adolescentes, con tasas crecientes de inicio temprano y consumo diario, lo que aviva la preocupación por el doble consumo de cigarrillos tradicionales y electrónicos y refleja un cambio más amplio hacia productos alternativos con nicotina.
El consumo de alcohol también ha descendido con el tiempo, tanto el consumo general como el binge drinking o consumo en atracón. Ahora bien, esta reducción es más pronunciada entre los chicos, mientras que las chicas muestran una tendencia más estable. Pese a estos avances, el alcohol sigue siendo fácilmente accesible, y el inicio temprano y los consumos intensivos siguen siendo problemas importantes en algunas regiones.
El cannabis continúa siendo la droga ilegal más utilizada, si bien la prevalencia a lo largo de la vida ha disminuido hasta su nivel más bajo desde 1995. Aunque en general los chicos declaran un mayor consumo, las diferencias por sexo se están reduciendo, con algunas excepciones en las que las chicas los superan. El inicio temprano y el consumo de riesgo siguen siendo motivos de preocupación, si bien el consumo reciente (definido como el realizado en los últimos 30 días) ha descendido al 5 %, lo que refleja una tendencia a la baja a largo plazo. La disponibilidad percibida varía considerablemente, pero el cannabis sigue siendo la sustancia ilegal más fácil de obtener entre los estudiantes.
El consumo de otras drogas ilegales ha disminuido entre los estudiantes participantes en ESPAD, y las diferencias entre sexos se han reducido, aunque los chicos siguen declarando en general un mayor consumo y una mayor disponibilidad percibida. Mientras tanto, el consumo por inhalación está aumentando entre las chicas, al igual que el consumo de fármacos para fines no médicos.
Más allá de las sustancias, los riesgos conductuales están cambiando. El uso de videojuegos se ha disparado entre los estudiantes participantes en ESPAD, especialmente entre las chicas, y ya no son una actividad predominantemente masculina, lo que refleja cambios más amplios en los comportamientos digitales. Pese al aumento de la participación, la percepción del uso de videojuegos como una actividad problemática se mantiene estable. Por otra parte, ha aumentado la preocupación por el uso inadecuado de las redes sociales, especialmente entre los chicos, mientras que las tasas entre las chicas siguen siendo elevadas.
El uso de juegos de azar se mantiene estable, si bien la participación online ha crecido considerablemente, y el juego problemático casi se ha duplicado, con un aumento más pronunciado entre las chicas.
El 59 % de los estudiantes declara tener un buen estado de bienestar mental. Las conclusiones ponen de relieve diferencias regionales notables, así como disparidades por sexo, pues las chicas declaran sistemáticamente un menor bienestar que los chicos. Las puntuaciones de bienestar más bajas se registran en los países que sufren conflictos e inestabilidad.
Los esfuerzos de prevención están muy extendidos, y la mayoría de los estudiantes han participado en al menos una intervención. El alcohol es el tema que se aborda con mayor frecuencia, mientras que las sustancias ilegales y los riesgos conductuales reciben menos atención. Los programas de prevención basados en las capacidades, que hacen hincapié en los enfoques interactivos, son más comunes en Europa occidental y meridional. Un tema de interés para futuras rondas de la encuesta podría ser hasta qué punto las intervenciones de prevención que se ofrecen pueden considerarse basadas en la evidencia o no.
Explorador de datos
Aspectos principales
Consumo de cigarrillos

El consumo de cigarrillos sigue estando muy extendido entre los adolescentes en los países participantes en ESPAD, y casi uno de cada tres estudiantes ha fumado cigarrillos al menos una vez en su vida (32 % de media). Las tasas de prevalencia más altas se observan en Hungría (51 %) y Eslovaquia (46 %), mientras que las más bajas se registran en Islandia (13 %) y Malta (16 %). Las diferencias por sexo muestran una prevalencia ligeramente superior entre las chicas (32 % frente al 31 % entre los chicos). Esta tendencia es evidente en más de dos tercios de los países, y las mayores diferencias se encuentran en Rumanía (47 % frente a 36 %) y Bulgaria (46 % frente a 36 %). Sin embargo, en algunos países esta tendencia se invierte, especialmente en Kosovo (1) (47 % los chicos y 36 % las chicas) y Georgia (35 % frente a 24 %).
Por término medio, el 15 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara haber fumado cigarrillos por primera vez a los 13 años o antes. Las proporciones más altas se registran en Eslovaquia (24 %) y Kosovo (23 %), mientras que las más bajas corresponden a Islandia (6,4 %) y Malta (7,1 %). En algo más de la mitad de los países, el inicio temprano del consumo de tabaco es más frecuente entre las chicas, especialmente en Bulgaria (23 % frente a 17 %). Entre los países en los que es más probable que los chicos empiecen a una edad temprana, Kosovo presenta la mayor brecha (31 % frente a 16 %).
Más de la mitad de los estudiantes participantes en ESPAD (55 %) consideran que los cigarrillos son bastante o muy fáciles de conseguir. Esta percepción es mayor en Dinamarca (76 %), seguida de Alemania y Noruega (70 %). Por el contrario, las proporciones más bajas se registran en Kosovo (32 %) y Moldavia (23 %). En general, la percepción de los cigarrillos como fácilmente accesibles es más alta entre los chicos que entre las chicas (61 % frente a 50 %).
El 18 % de los estudiantes declara consumo reciente de cigarrillos, definido como consumo en los últimos 30 días. La mayor prevalencia se observa en Croacia y Hungría (32 %), mientras que las más bajas se registran en Islandia (4,2 %) y Suecia (8,2 %). El consumo reciente es más frecuente entre las chicas en más de la mitad de los países participantes en ESPAD, y la mayor diferencia por sexo se registra en Bulgaria (34 % frente a 25 %) y Rumanía (30 % frente a 22 %). Sin embargo, el patrón se invierte en Kosovo (33 % frente a 23 %) y Georgia (18 % frente a 9,5 %), donde los chicos presentan tasas de consumo reciente más elevadas.
El 7,9 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara consumo diario de cigarrillos, con porcentajes similares entre ambos sexos. Las tasas más elevadas se observan en Bulgaria y Croacia (20 %), y las más bajas se registran en Islandia (0,8 %).
Otra cifra clave es el consumo diario declarado por los estudiantes que empezaron a fumar a una edad temprana (13 años o menos). Por término medio, el 3,6 % de los estudiantes pertenece a esta categoría, y la proporción más alta se observa en Bulgaria (8,7 %).
Seguimiento de las tendencias: cómo han cambiado las cosas de 1995 a 2024
Entre la primera y la última encuesta de ESPAD, la prevalencia del consumo de cigarrillos a lo largo de la vida disminuyó de manera constante, al pasar del 68 % al 32 %, y la disminución más notable se produjo entre 2019 y 2024 (una caída de 10 puntos porcentuales). En esos 30 años, la reducción de la prevalencia fue mayor entre los chicos, del 70 % al 30 %. Los países con mayores reducciones son las Islas Feroe, Irlanda, Islandia y Suecia.
La tendencia del consumo en los últimos 30 días también muestra un descenso constante, pues pasa del 33 % al 18 %, con tendencias casi coincidentes entre chicos y chicas. Se observa un patrón similar en el consumo diario de tabaco, que disminuyó del 20 % al 8 %.
Por último, aunque la proporción de fumadores diarios de 13 años o menos también ha disminuido a lo largo de las tres décadas (del 10 % en 1995 al 3,6 % en 2024), la comparación entre los datos de 2019 y 2024 revela un ligero aumento (más 0,6 %). Dado que la prevalencia entre los chicos no ha variado en las dos últimas encuestas, este aumento está impulsado por las chicas, cuya tasa aumenta del 2,5 % al 3,6 %, lo que confirma su mayor participación en casi todas las pautas de consumo de tabaco observadas.
Consumo dual
Aunque el consumo de cigarrillos es la forma más común de consumo de tabaco, no hay que subestimar otros consumos de nicotina derivados del auge de productos alternativos. Si se suman los cigarrillos de tabaco y los electrónicos, el consumo a lo largo de la vida aumenta del 32 % al 47 %, con importantes incrementos en Chequia y Estonia, mientras que el consumo reciente aumenta del 18 % al 28 %, con un notable incremento entre las chicas, tanto a lo largo de la vida como en el consumo reciente.
Si se tiene en cuenta el consumo dual diario, la prevalencia aumenta del 7,9 % al 14 % (15 % las chicas y 12 % los chicos), con mayor incidencia en Bulgaria y Hungría (25 %).
El consumo diario iniciado a una edad temprana también crece considerablemente cuando se considera el consumo dual, que pasa del 3,9 % al 6 %. En este caso, los mayores incrementos se observan en Lituania y Estonia, y también son más pronunciados entre las chicas.
Consumo de cigarrillos electrónicos
Por término medio, el 44 % de los estudiantes de los países participantes en ESPAD declara haber utilizado cigarrillos electrónicos al menos una vez en la vida, con una prevalencia nacional que oscila entre el 22 % de Portugal y el 57 % de Hungría.
En 13 de los 37 países participantes en ESPAD, al menos la mitad de los estudiantes han probado los cigarrillos electrónicos, mientras que en solo seis (Portugal, Malta, Islandia, Macedonia del Norte, Montenegro e Irlanda), menos de un tercio de los estudiantes declaran haberlos consumido alguna vez.

En general, las chicas (46 %) declaran una prevalencia de consumo de cigarrillos electrónicos a lo largo de la vida mayor que los chicos (41 %), con excepciones en Kosovo, Georgia, Moldavia, las Islas Feroe, Macedonia del Norte, Ucrania y Portugal. Las mayores diferencias por sexo se observan en Liechtenstein y Malta, donde la prevalencia entre las chicas supera a la de los chicos en 13 puntos porcentuales, y en Kosovo, donde, por el contrario, los chicos declaran una prevalencia 12 puntos porcentuales superior a la de las chicas (51 % frente a 39 %).
Por término medio, el 16 % de los estudiantes ha probado los cigarrillos electrónicos a la edad de 13 años o menos, con las proporciones más altas en Estonia (33 %) y Lituania (31 %), y las más bajas en Portugal (5,4 %) y Montenegro (7,4 %). El consumo temprano de cigarrillos electrónicos es más habitual entre las chicas que entre los chicos en la mayoría de los países, y las diferencias más pronunciadas se observan en Estonia (37 % las chicas y 29 % los chicos), Letonia (34 % y 27 %) e Irlanda (18 % y 12 %). Por el contrario, en Kosovo los chicos declaran una prevalencia 12 puntos porcentuales superior a la de las chicas (25 % frente a 13 %).
Un alto porcentaje de estudiantes (60 %) cree que obtener cigarrillos electrónicos es bastante o muy fácil, con grandes diferencias entre países, que oscilan entre el 33 % de Kosovo y el 82 % de Dinamarca. En 20 países esta percepción es superior a la media, ya que al menos el 60 % de los estudiantes considera que los cigarrillos electrónicos son fácilmente accesibles. Por término medio, los chicos y las chicas refieren niveles similares de disponibilidad percibida.
El 22 % de los estudiantes (19 % en el caso de los chicos y 25 % en el de las chicas) declara consumo reciente de cigarrillos electrónicos, definido como consumo en los últimos 30 días. Las tasas más bajas de consumo reciente de cigarrillos electrónicos se observan en Portugal y las Islas Feroe (6,4 % en ambos casos) y Malta (10 %), mientras que las más altas se registran en Polonia (36 %) y Serbia (34 %).
El consumo diario de cigarrillos electrónicos varía de un país a otro, desde el 1,5 % en las Islas Feroe hasta el 20 % en Polonia. En 22 países, el consumo diario de cigarrillos electrónicos es notablemente superior entre las chicas, mientras que, en solo dos países, a saber, Kosovo (7,7 % frente a 5,8 %) y Georgia (4,2 % frente a 1,2 %), es mayor entre los chicos.
Seguimiento de las tendencias: cómo han cambiado las cosas de 2019 a 2024
La popularidad y la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos han aumentado considerablemente en la última década, y la mayoría de los países participantes en ESPAD han notificado un incremento desde 2019.
Los datos de 32 países que recopilaron información sobre el consumo de cigarrillos electrónicos tanto en 2019 como en 2024 muestran que el consumo a lo largo de la vida ha crecido del 41 % al 43 %, mientras que el consumo reciente ha aumentado del 14 % al 22 % durante ese período. De estos 32 países, 11 notificaron un menor porcentaje de consumo a lo largo de la vida, y los mayores descensos se observaron en Mónaco (del 63 % al 44 %), Ucrania (del 51 % al 37 %) y Lituania (del 65 % al 51 %). Los mayores aumentos en el consumo de cigarrillos electrónicos se observaron en Serbia (del 18 % al 51 %) y Grecia (del 35 % al 52 %).
Se registraron tendencias similares en el consumo reciente de cigarrillos electrónicos, que disminuyó especialmente en Mónaco y Lituania, mientras que en Serbia y Croacia se observaron importantes aumentos (29 y 20 puntos porcentuales respectivamente).
Consumo de alcohol

El 73 % de los adolescentes de los países participantes en ESPAD declara haber consumido alcohol a lo largo de su vida. Las tasas de prevalencia más altas se observan en Hungría (91 %) y Dinamarca (90 %), mientras que las más bajas se registran en Kosovo (29 %) e Islandia (41 %). Las diferencias por sexo apuntan a una prevalencia ligeramente superior entre las chicas (74 %) que entre los chicos (72 %), tendencia observada en más de la mitad de los países. Las diferencias por sexo más pronunciadas se observan en Islandia (48 % frente a 34 %), Letonia (84 % frente a 73 %) y Lituania, Malta y Mónaco, cada uno de los cuales presenta una brecha de 10 puntos porcentuales. Sin embargo, en algunos países la tendencia se invierte, sobre todo en Kosovo (37 % los chicos y 23 % las chicas).
Por término medio, el 33 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara haber tomado su primera bebida alcohólica a la edad de 13 años o menos, lo que constituye una medida del consumo temprano de alcohol, mientras que el 8 % afirma haberse emborrachado a la misma edad. Las tasas más elevadas de consumo temprano se registran en Georgia (64 %) y Moldavia (49 %), mientras que las más bajas se registran en Islandia (12 %), Kosovo y Noruega (14 %). Del mismo modo, las borracheras a una edad temprana son más frecuentes en Georgia (25 %) y Bulgaria (14 %), y menos frecuentes en Kosovo (3 %), Francia y Portugal (3,6 %) y las Islas Feroe (3,9 %).
Los chicos declaran tasas ligeramente superiores a las chicas, tanto en lo que respecta al consumo de alcohol (34 % frente a 33 %) como a emborracharse (8,2 % frente a 7,8 %). Sin embargo, en lo que respecta al consumo de alcohol a los 13 años o antes, en algunos países la diferencia se amplía, con tasas más elevadas para los chicos, como en Macedonia del Norte (35 % frente a 22 %), Montenegro (47 % frente a 36 %) y Serbia (49 % frente a 37 %). Por el contrario, en Letonia y Lituania son las chicas las que declaran las proporciones más elevadas (46 % frente a 35 % y 35 % frente a 26 %, respectivamente). Por lo que se refiere a las borracheras a una edad temprana, también surgen diferencias por sexo a escala nacional. En particular, en Georgia los chicos muestran una mayor prevalencia que las chicas (30 % frente a 20 %). En cambio, el patrón se invierte en Chequia (14 % las chicas y 7,6 % los chicos) y Estonia (14 % y 9,3 %).
Tres de cada cuatro estudiantes participantes en ESPAD (75 %) consideran que es bastante o muy fácil conseguir bebidas alcohólicas. Esta percepción es más elevada en Dinamarca y Alemania (94 %), seguidas de Grecia (92 %), mientras que las proporciones más bajas se registran en Kosovo (42 %) e Islandia (54 %). En general, las chicas tienden a percibir el alcohol como algo más fácil de conseguir que los chicos (77 % frente a 73 %), sobre todo en Lituania (64 % frente a 51 %), Chipre (78 % frente a 66 %) y Letonia (74 % frente a 62 %).
El 42 % de los estudiantes declara consumo reciente de alcohol, definido como consumo en los últimos 30 días. Las prevalencias más altas se observan en Dinamarca (68 %) y Alemania (62 %), mientras que las más bajas se registran en Islandia (12 %) y Kosovo (14 %). El consumo reciente de alcohol es ligeramente superior entre las chicas (43 % frente a 41 %), y las mayores diferencias por sexo se sitúan en Letonia (35 % frente a 25 %), Malta (42 % frente a 33 %) y Ucrania (45 % frente a 36 %). Sin embargo, el patrón difiere en Chipre, donde los chicos declaran tasas más altas que las chicas (49 % frente a 35 %).
El 13 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara haber sufrido una intoxicación etílica al menos una vez en los últimos 30 días. Las tasas más elevadas se observan en Dinamarca (36 %), Austria (24 %) y Hungría (22 %), mientras que la más baja se registra en Kosovo (4,9 %). En general, los porcentajes son iguales entre sexos. Sin embargo, a nivel nacional, las chicas declaran con mayor frecuencia tasas de borracheras más elevadas que los chicos, y es en Chipre donde se observa la mayor diferencia (12 % las chicas y 4,4 % los chicos).
Una medida clave del consumo excesivo de alcohol es el binge drinking (o consumo en atracón), definido como la ingesta de cinco o más bebidas en una sola ocasión en los últimos 30 días. Por término medio, la prevalencia en los países participantes en ESPAD se sitúa en el 31 %, con proporciones más elevadas en Dinamarca (55 %), Alemania (49 %) y Austria (48 %), y la más baja en Islandia (8,9 %). En promedio, los chicos y las chicas muestran tasas similares en este patrón. Sin embargo, a nivel nacional surgen diferencias por sexo notables: los chicos declaran una mayor prevalencia en Montenegro (27 % frente a 18 %) y Liechtenstein (41 % frente a 35 %), mientras que las chicas presentan tasas más elevadas en Malta (34 % frente a 25 %).
Seguimiento de las tendencias: cómo han cambiado las cosas de 1995 a 2024
De 1995 a 2024, el consumo de alcohol a lo largo de la vida en los países participantes en ESPAD mostró una tendencia decreciente, al pasar del 88 % al 74 %, aunque con algunas fluctuaciones. La prevalencia alcanzó un máximo del 91 % en la encuesta de 2003, antes de disminuir en los años siguientes. Los mayores descensos se han observado en Islandia (del 79 % al 41 %) y Suecia (del 89 % al 56 %), si bien se ha de tener en cuenta que no todos los países han proporcionado estos datos a partir de 1995. Las tendencias de chicos y chicas siguen un patrón similar.
El consumo de alcohol en los últimos 30 días también ha disminuido entre la primera y la última encuesta de ESPAD, del 55 % al 43 %. Esta tendencia refleja el descenso observado en el consumo a lo largo de la vida, con una prevalencia máxima del 63 % en 2003. Las mayores reducciones se observan en Islandia (del 56 % al 12 %), Irlanda (del 66 % al 35 %) y Finlandia (del 57 % al 27 %).
Respecto a los episodios de consumo intensivo de alcohol, su prevalencia ha disminuido del 36 % al 30 % durante el período de observación de 30 años, con un máximo del 42 % en 2007, tras haber aumentado desde 1995. Esta tendencia es evidente tanto en los chicos como en las chicas. En los chicos, el máximo se produjo antes (47 % en 2003) y se mantuvo en 2007, mientras que en las chicas se registró un máximo del 38 % en 2007. Sin embargo, el descenso general en las chicas entre 1995 y 2024 solo fue de un punto porcentual.
Consumo de drogas ilegales

Por término medio, el 13 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara haber consumido alguna droga ilegal al menos una vez en la vida. La prevalencia del consumo de drogas ilegales a lo largo de la vida varía mucho entre los países participantes en ESPAD. Las tasas más elevadas se observan en Liechtenstein (25 %) y Chequia (24 %), y las más bajas en Georgia y Moldavia (3,9 % en ambos casos).
En general, solo se observa una pequeña disparidad entre sexos, ya que el 14 % de los chicos y el 12 % de las chicas declaran haber consumido drogas ilegales alguna vez en la vida. En Ucrania se observa una diferencia relativamente amplia, de 8 puntos porcentuales, entre los chicos y las chicas. Destaca Malta, donde la prevalencia a lo largo de la vida entre las chicas supera a la de los chicos en 6 puntos porcentuales (15 % frente a 9,3 %).
En cuanto a las sustancias individuales, el cannabis es la droga más consumida (12 % de consumo a lo largo de la vida), seguida de la cocaína (2,3 %), el éxtasis/MDMA (2,1 %), el LSD u otros alucinógenos (1,8 %) y la anfetamina (1,8 %). La prevalencia media a lo largo de la vida del consumo de metanfetamina, crack, heroína y GHB sigue siendo inferior, aproximadamente del 1 % para cada droga. Por término medio, los chicos muestran tasas de prevalencia a lo largo de la vida más elevadas que las chicas para cada sustancia.
A nivel nacional, el consumo de anfetamina oscila entre el 0,7 % en Georgia y Mónaco y el 4,3 % en Hungría, mientras que el de metanfetamina oscila entre el 0,5 % en Mónaco y Macedonia del Norte y el 3,1 % en Polonia. Chipre registra la prevalencia a lo largo de la vida más elevada entre los países participantes en ESPAD en cuanto al consumo de LSD y otros alucinógenos (6,8 %) y de cocaína (6,2 %). También registra la prevalencia más alta de éxtasis/MDMA (4,7 %), crack y heroína (ambos 4,1 %) y GHB (3,4 %).
Consumo de drogas ilegales distintas del cannabis
Mientras que el cannabis representa la mayor proporción del consumo de drogas ilegales notificado, la prevalencia media a lo largo de la vida del consumo de cualquier droga ilegal distinta del cannabis es considerablemente inferior y se sitúa en el 5 %. A escala nacional, las tasas varían del 1,7 % en Georgia al 9,9 % en Chipre, y también se ha notificado una prevalencia relativamente alta en Islandia (7,9 %) y Montenegro (7,6 %). Por término medio, la prevalencia es mayor entre los chicos que entre las chicas (5,4 % frente a 4,5 %).
La tasa media de consumo de cocaína/crack a la edad de 13 años o menos entre los 17 países que recogieron esta información en 2024 se sitúa en el 0,9 %, y la prevalencia más alta se registró en Ucrania (4 %). En general, el inicio temprano es más frecuente entre los chicos (1,2 %) que entre las chicas (0,5 %), aunque la diferencia media se mantiene por debajo de un punto porcentual. En el caso de la anfetamina/metanfetamina y el éxtasis/MDMA se observan pautas similares: Ucrania registra las tasas más elevadas (3,3 % y 3,7 %, respectivamente) y Kosovo, la siguiente prevalencia más elevada (1,4 % en ambos casos).
La disponibilidad percibida de drogas ilegales distintas del cannabis es relativamente baja. Por término medio, el 13 % de los estudiantes declara tener fácil acceso a la cocaína; el 11 %, al éxtasis/MDMA; el 9 %, a las anfetaminas, y casi el 8 %, tanto al crack como a la metanfetamina.
Existen grandes variaciones entre los países en cuanto a la disponibilidad percibida de las sustancias. Noruega registra un mayor porcentaje de estudiantes que perciben que las sustancias son fáciles de conseguir, y las tasas más elevadas se registran en el caso de la cocaína (28 %), el éxtasis/MDMA (25 %) y la anfetamina (19 %). Eslovenia declara la mayor disponibilidad percibida de crack (13 %) entre los 16 países que recogieron esta información. También se observan tasas elevadas de disponibilidad percibida tanto para la anfetamina (18 %) como para la metanfetamina (15 %) en Montenegro. En cambio, la disponibilidad percibida de otras drogas ilegales sigue siendo baja en Georgia, Moldavia y las Islas Feroe, con una oscilación entre el 1,8 % y el 3,6 %.
La disponibilidad percibida de sustancias es, en general, mayor entre los chicos que entre las chicas, con la excepción de la cocaína, que resulta más fácilmente accesible para las chicas (13 %) que para los chicos (12 %) por término medio. Para todas las sustancias, la diferencia media entre chicos y chicas se mantiene por debajo de 1,5 puntos porcentuales. Sin embargo, los patrones de desigualdad en función del sexo varían de un país a otro y de una sustancia a otra. En algunos países, como Liechtenstein y Mónaco, los chicos declaran una mayor disponibilidad percibida de sustancias ilegales, mientras que en otros, como Chipre, Eslovaquia, Bulgaria y Malta, las chicas declaran una mayor disponibilidad percibida que los chicos.
Seguimiento de las tendencias: cómo han cambiado las cosas de 1995 a 2024
En general, entre 1995 y 2003 aumentó la prevalencia del consumo de drogas ilegales a lo largo de la vida. Entre 2003 y 2015 la prevalencia media se mantuvo estable en el 19 %, y disminuyó al 17 % en 2019 y al 14 % en 2024.
Entre los países que muestran un aumento sostenido a lo largo de múltiples recopilaciones de datos de ESPAD, se encuentran Noruega, donde las tasas han ido en aumento desde 2011, y Montenegro, donde han aumentado de forma constante desde 2007, año en que el país empezó a recopilar datos para ESPAD.
Entre 1995 y 2019, las chicas y los chicos siguieron tendencias similares, con una tasa media entre las chicas siempre inferior a la de los chicos entre 5 y 6 puntos porcentuales. Sin embargo, entre 2019 y 2024 la brecha se redujo a una diferencia sin precedentes de 2 puntos porcentuales. Si los países se examinan por separado, la mayoría de los que participan en ESPAD muestran tendencias paralelas o convergentes entre chicos y chicas.
El consumo de drogas ilegales, al margen del cannabis, registró su mayor prevalencia a lo largo de la vida en 2007, seguida de un ligero descenso hasta 2019, tras el cual se ha mantenido estable. Sin embargo, esta tendencia general oculta las variaciones específicas de cada país. Destaca Chipre, con un aumento considerable desde 2003, año en que este país empezó a recoger datos para ESPAD.
La tendencia en el porcentaje de estudiantes que consumen drogas ilegales distintas del cannabis es similar en chicos y chicas, y las chicas presentan sistemáticamente tasas entre 1 y 2 puntos porcentuales más bajas en todos los años de la encuesta.
Consumo de cannabis

El cannabis sigue siendo la droga ilegal más consumida en todos los países participantes en ESPAD. Por término medio, el 12 % de los estudiantes declara haber consumido cannabis al menos una vez a lo largo de su vida. La prevalencia más alta se observa en Chequia (24 %) y Liechtenstein (23 %), mientras que la más baja se observa en Georgia (3,3 %) y Moldavia (2,5 %). Aunque la diferencia por sexos ha disminuido con el tiempo, por término medio los chicos siguen declarando un mayor consumo de cannabis que las chicas (13 % frente a 11 %). Esta tendencia es evidente en la mayoría de los países, especialmente en Ucrania (15 % frente a 6,7 %) y Montenegro (13 % frente a 6,8 %). Sin embargo, Malta destaca como excepción, con un consumo de cannabis más frecuente entre las chicas (14 %) que entre los chicos (8,6 %).
Por término medio, el 2,4 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara haber consumido cannabis por primera vez a la edad de 13 años o menos. Las proporciones más altas se registran en Ucrania (4,9 %) y Chequia (4,1 %), mientras que la más baja corresponde a Moldavia (0,7 %). En general, el consumo temprano de cannabis es más frecuente entre los chicos que entre las chicas, excepto en Chipre, Chequia, Malta, Eslovenia, Austria, Eslovaquia, Letonia, Alemania y Liechtenstein.
El cannabis se percibe como la sustancia ilegal más accesible, y alrededor de uno de cada cuatro estudiantes participantes en ESPAD (26 %) lo considera bastante o muy fácil de obtener. La percepción de la disponibilidad es mayor en Dinamarca, Alemania y Eslovenia (41 %) y Noruega (40 %). Por el contrario, la menor disponibilidad percibida se registra en Moldavia (5,3 %), Ucrania (7,1 %), las Islas Feroe (11 %), Kosovo y Georgia (12 %). Al igual que ocurre con las pautas de consumo, la percepción del cannabis como fácilmente accesible es más elevada entre los chicos que entre las chicas (28 % frente a 24 %).
Por lo que respecta al consumo reciente, todos los países participantes en ESPAD registran tasas de prevalencia inferiores al 10 %, y las cifras más bajas, por debajo del 2 %, se observan en Moldavia, Georgia, Rumanía y las Islas Feroe. En cambio, la prevalencia es mayor en Italia y Eslovenia (8,6 %) y Liechtenstein (9,6 %). Una vez más, cuando existe una diferencia por sexo los chicos tienden a declarar un mayor consumo reciente de cannabis que las chicas.
ESPAD también evalúa el consumo de cannabis de alto riesgo mediante la escala de consumo problemático de cannabis (CAST), que se aplica a los estudiantes que han notificado haber consumido cannabis en el último año. La prevalencia del consumo problemático oscila entre menos del 1 % en Moldavia y Georgia hasta un máximo del 5,9 % en Chequia y Eslovenia. Solo unos pocos países participantes en ESPAD informan de diferencias por sexo considerables en el consumo problemático de cannabis, y en todos los casos los chicos presentan cifras más elevadas, excepto en Malta, donde la prevalencia es ligeramente superior entre las chicas (4,4 % frente a 2,6 %).
Seguimiento de las tendencias: cómo han cambiado las cosas de 1995 a 2024
En las tres últimas décadas, el consumo de cannabis entre los adolescentes europeos ha mostrado fluctuaciones notables. La prevalencia del consumo de cannabis a lo largo de la vida alcanzó máximos del 18 % en 2003 y 2011, pero desde entonces ha seguido una tendencia a la baja y en 2024 alcanzó el 12 %, el nivel más bajo registrado desde que se inició ESPAD en 1995.
El consumo reciente de cannabis se ha mantenido relativamente estable a lo largo del tiempo, con oscilaciones entre el 6,7 % y el 7,4 % de 1999 a 2019. Sin embargo, los datos de 2024 muestran un descenso hasta el 5 %, con lo que se vuelve a niveles cercanos a los observados en 1995 (4,1 %).
Tras un aumento constante en la disponibilidad percibida de cannabis hasta 2019, cuando el 33 % de los estudiantes declaró que era bastante o muy fácil de obtener, esta cifra cayó repentinamente al 27 % en 2024, año en el que se acercó al nivel registrado en 1995 (26 %).
Consumo de otras drogas
La encuesta también recopiló datos sobre otras sustancias, como las nuevas sustancias psicoactivas (NSP), drogas sintéticas diseñadas para imitar los efectos de las sustancias controladas tradicionales al tiempo que evitan las restricciones legales; los fármacos, incluidos los tranquilizantes o sedantes, consumidos sin receta médica; los analgésicos consumidos con el fin de colocarse; los medicamentos indicados para el déficit de atención o la hiperactividad consumidos sin receta médica, así como los esteroides anabólicos; los inhalables; y, por primera vez, el óxido nitroso.
Entre los estudiantes participantes en ESPAD, la prevalencia media del consumo de NSP a lo largo de la vida se sitúa en torno al 3 %, con las mayores tasas en Polonia (6,4 %) y Eslovenia (6 %), y las menores en los Países Bajos, Liechtenstein, las Islas Feroe y Moldavia (inferiores al 1 %).
La prevalencia media del consumo de NSP a lo largo de la vida es ligeramente superior entre los chicos que entre las chicas (2,8 % frente a 2,6 %), aunque las diferencias por sexo varían de un país a otro. En trece países, las chicas declaran una mayor prevalencia del consumo de NSP a lo largo de la vida en 2024. Las mayores diferencias en este sentido se observan en Chipre (6,6 % las chicas frente a 2,9 % los chicos) y Eslovaquia (6,4 % frente a 4,3 %), mientras que en Ucrania los chicos declaran un consumo a lo largo de la vida superior al de las chicas (3,6 % frente a 2 %).
En cuanto a las sustancias específicas, el 3,5 % de los estudiantes participantes en ESPAD (media basada en datos de 23 de los 37 países participantes) afirma haber consumido cannabinoides sintéticos al menos una vez en la vida, con valores que oscilan entre el 0,7 % de Georgia y el 16 % de Eslovaquia. Del mismo modo, el 1,1 % de los estudiantes declara haber consumido catinonas sintéticas a lo largo de su vida (promedio calculado en 14 de los 37 países participantes en ESPAD), y las cifras más altas corresponden a Hungría (3,7 %). El consumo a lo largo de la vida de opioides sintéticos varía entre el 0,6 % en Georgia, Irlanda y Portugal y el 2,2 % en Estonia, con una prevalencia media del 1,1 % (según datos de 15 de los 37 países participantes en ESPAD).
Por término medio, los chicos muestran una prevalencia de consumo ligeramente superior a las chicas para las tres clases de nuevas sustancias sintéticas incluidas en la encuesta. Las excepciones se concentran en Chipre, donde las chicas (9,1 %) declaran una mayor prevalencia de consumo de cannabinoides sintéticos que los chicos (4,3 %), Malta (4,7 % entre las chicas frente a 2,4 % entre los chicos), Letonia (2,9 % frente a 2,6 %) y Portugal (2,1 % frente a 1,7 %). Por otra parte, en Hungría las chicas declaran un mayor consumo a lo largo de la vida tanto de cannabinoides sintéticos (7,9 % frente a 5,6 % en los chicos) como de catinonas sintéticas (4,3 % frente a 2,9 %).

La prevalencia del consumo de inhalables volátiles a lo largo de la vida se sitúa en el 6,4 % de media, con grandes diferencias entre países. Las tasas más altas se registran en Suecia (17 %) y Liechtenstein (16 %), mientras que las más bajas corresponden a Kosovo (1,3 %) y Macedonia del Norte (2,1 %). En 2024, el consumo de inhalables volátiles fue mayor entre las chicas por término medio (6,7 % entre los chicos frente a 7,9 % entre las chicas), que superaron a los chicos en 25 de los 37 países participantes en ESPAD. Por primera vez se ha incluido en la encuesta el consumo de óxido nitroso entre los estudiantes participantes en ESPAD de 18 países, con una media del 3,1 % de consumo a lo largo de la vida. La prevalencia más alta se registra en Bulgaria (9,4 %) y Liechtenstein (7,2 %), y en ambos países las cifras son más elevadas en las chicas que en los chicos.
Aproximadamente el 2,2 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara haber inhalado sustancias por primera vez a la edad de 13 años o menos, con notables diferencias entre países. El inicio temprano del consumo de inhalables volátiles oscila entre menos del 1 % entre los estudiantes en Portugal (0,3 %) e Italia (0,4 %) y el 5 % o más en Alemania (5,9 %) y Eslovenia (5 %).
La prevalencia del consumo a lo largo de la vida de fármacos con fines no médicos es, por término medio, del 14 % en los países participantes en ESPAD, con tasas más elevadas entre las chicas (16 %) que entre los chicos (11 %). La prevalencia más alta se observa en Lituania (29 % en total, 36 % entre las chicas).
Entre las distintas categorías de fármacos, los más utilizados son los tranquilizantes y sedantes no recetados (8,5 %), seguidos de los analgésicos consumidos con el fin de colocarse, señalados por el 6,9 % de los estudiantes por término medio. En total, el 3,4 % de los estudiantes declara consumo de medicamentos para tratar trastornos por déficit de atención/hiperactividad, que se incluyen por primera vez en la encuesta ESPAD de 2024 en una submuestra de 18 países. En todas las categorías, el consumo de fármacos suele ser mayor entre las chicas, excepto en Bulgaria, donde los chicos declaran un mayor consumo en todos los tipos de medicamentos; en las Islas Feroe e Irlanda en el caso de los tranquilizantes y sedantes; en Chipre, Bulgaria, Grecia, Italia, Ucrania, Georgia, Noruega y España en el caso de los analgésicos; y en Dinamarca y Kosovo en el caso de los medicamentos para tratar trastornos por déficit de atención/hiperactividad.
Por término medio, el 19 % de los estudiantes considera que los tranquilizantes y sedantes no prescritos son bastante o muy fáciles de obtener, y la mayor disponibilidad percibida se registra en Polonia (49 %), Dinamarca (39 %) y Chequia (38 %). La menor disponibilidad percibida de fármacos se observa en Moldavia (3,4 %) y Ucrania (5,9 %). En todos los países las chicas perciben que los tranquilizantes y sedantes son más fáciles de conseguir que los chicos, excepto en Mónaco, Macedonia del Norte, Moldavia y Letonia, donde los chicos perciben una mayor disponibilidad.
Un número relativamente pequeño de estudiantes de todos los países participantes en ESPAD declara haber consumido esteroides anabolizantes, con una media del 1,5 %. La mayor proporción se registra en Chipre (4,2 %), seguida de Polonia (3,3 %) y Ucrania (2,8 %). En general, hay más chicos que chicas que han probado los esteroides anabolizantes.
Seguimiento de las tendencias: cómo han cambiado las cosas de 1995 a 2024
El consumo de inhalables volátiles a lo largo de la vida entre los adolescentes europeos siguió una tendencia creciente hasta 2011, tras lo cual ha ido disminuyendo. En la actualidad, las tasas de prevalencia son similares a las observadas a mediados de la década de 1990. La diferencia por sexo, que se redujo entre 2011 y 2019, se amplió en 2024, y la mayoría de los países muestra ahora una prevalencia superior del consumo de inhalables volátiles entre las chicas. Sin embargo, las tendencias varían entre los países participantes en ESPAD. Mientras que algunos, como Bulgaria, Finlandia, Islandia, Italia y Suecia, informan de un aumento considerable del consumo de inhalables volátiles desde 2011, y especialmente entre 2019 y 2024, otros, como Croacia, Chequia, Estonia, Letonia y Portugal, han notificado un descenso.
Las tendencias en el consumo de fármacos con fines no médicos suelen quedar determinadas por los cambios en el conjunto de medicamentos incluidos en la encuesta. En general, el consumo a lo largo de la vida de tranquilizantes y sedantes ha aumentado en toda Europa, tanto entre los chicos como entre las chicas, con incrementos notables en Austria, Alemania, Islandia, Lituania, Noruega, Suecia y Ucrania. Las chicas han notificado sistemáticamente tasas más elevadas de consumo de fármacos a lo largo del tiempo.
Juegos de azar

Por término medio, el 23 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara haber jugado a juegos de azar en los últimos 12 meses, ya sea en persona u online, mediante juegos de azar tales como máquinas tragaperras, juegos de cartas o dados, loterías o apuestas deportivas o carreras de animales.
Italia presenta la mayor prevalencia de juegos de azar entre los estudiantes (45 %), seguida de Islandia (41 %) y Grecia (36 %), mientras que la tasa más baja se observa en Georgia (9,5 %).
La participación de los chicos en los juegos de azar es notablemente superior a la de las chicas, tanto en promedio (29 % frente a 16 %) como en la mayoría de los países. La única excepción es Islandia, donde la prevalencia es casi igual: el 42 % de los chicos y el 41 % de las chicas han apostado en los últimos 12 meses.
La gran mayoría (85 %) de los estudiantes participantes en ESPAD que declaran haber jugado a juegos de azar en el último año optó por hacerlo en lugares físicos, como bares y clubes. Esta proporción oscila entre, por un lado, el 68 % de Suecia y, por otro, el 98 % de Italia y el 97 % de Chipre. Aunque la prevalencia de los juegos de azar presenciales entre los chicos es casi el doble que entre las chicas (25 % frente a 14 %), por término medio la proporción de jugadores en lugares físicos es ligeramente más elevada entre las chicas (86 %) que entre los chicos (84 %), con diferencias por sexo modestas en la mayoría de los países.
Aproximadamente dos de cada tres (65 %) estudiantes participantes en ESPAD que declaran haber jugado a juegos de azar en el último año lo hicieron en plataformas online, o exclusivamente, o en combinación con lugares físicos. Las proporciones más altas se observan en Suecia (81 %), Eslovenia (77 %), Kosovo (76 %), Islandia y Montenegro (75 % cada uno) y Bulgaria y Eslovaquia (74 % cada uno), y las más bajas corresponden a Italia (28 %) y España (44 %). La prevalencia de la participación en juegos de azar online entre los chicos (20 %) es más del doble que entre las chicas (8,7 %). Incluso entre los estudiantes que declaran haber jugado a juegos de azar en el último año, la proporción de los que optan por jugar online es mayor entre los chicos (70 %) que entre las chicas (54 %). A diferencia de los juegos de azar tradicionales, se observa una gran variabilidad en las diferencias por sexo entre países: las más altas se registran en Portugal (80 % los chicos y 43 % las chicas), mientras que en Macedonia del Norte, Kosovo, Moldavia, Islandia, España, Alemania y Liechtenstein no se observan diferencias por sexo o estas son muy pequeñas.
ESPAD también evalúa la presencia de un posible comportamiento nocivo en el juego mediante el instrumento de detección Lie/Bet, aplicado a los estudiantes que declaran haber participado en juegos de azar en el último año. La proporción de estudiantes que apuestan en juegos de azar y muestran un comportamiento de juego potencialmente perjudicial oscila entre menos del 5 % en Liechtenstein, Chequia, las Islas Feroe y Mónaco, y un máximo del 22 % en Kosovo. Aunque, por término medio y en la gran mayoría de los países, la proporción de estudiantes jugadores que presentan un posible comportamiento perjudicial es más elevada entre los chicos (11 % frente a 4,6 % entre las chicas), este no es el caso en Malta (7,1 % frente a 3,7 %) y Chipre (8,3 % frente a 5 %).
Seguimiento de las tendencias: cómo han cambiado las cosas de 2015 a 2024
Aunque muchos países europeos han adoptado reglamentos más estrictos en materia de juegos de azar en los últimos años, con un mayor énfasis en la protección de menores, entre los adolescentes europeos el juego se ha mantenido estable desde que ESPAD empezó a investigar la cuestión, en 2015. Sin embargo, con el tiempo han surgido cambios notables.
En concreto, la participación de los chicos en los juegos de azar ha disminuido ligeramente, al pasar del 32 % en 2015 al 30 % en 2024, mientras que entre las chicas ha aumentado ligeramente, al pasar del 14 % al 16 % durante el mismo período.
El juego de azar online ha experimentado un crecimiento considerable, con una prevalencia que aumentó del 7,9 % de 2019 al 14 % de 2024. Aunque persiste las diferencias por sexo en el juego de azar online, las tasas de participación aumentaron más de la mitad entre los chicos (del 13 % en 2019 al 20 % en 2024) y se triplicaron entre las chicas (del 2,7 % en 2019 al 8,7 % en 2024).
El porcentaje de estudiantes jugadores de azar que presentan un perfil de juego potencialmente perjudicial aumentó notablemente, casi duplicándose, al pasar del 4,7 % en 2019 al 8,5 % en 2024. Aunque esta proporción sigue siendo muy superior en los chicos, el aumento es más pronunciado en las chicas.
Estas cifras ponen de relieve el cambiante panorama de los juegos de azar entre los adolescentes, en particular el papel cada vez más importante del juego online y la evolución de la dinámica por sexo, que exige un seguimiento continuo e intervenciones adaptadas.
Videojuegos y redes sociales

En total, el 80 % de los estudiantes participantes en ESPAD afirma haber jugado a videojuegos al menos una vez en el último mes. Alrededor del 70 % jugó en día lectivo normal en los últimos 30 días, mientras que el 77 % lo hizo en día no lectivo. De todos los países participantes en ESPAD, la prevalencia del uso de videojuegos en el último mes es más baja en Kosovo (59 %) y Moldavia (66 %), mientras que las más altas se registran en Liechtenstein (95 %) y Alemania (91 %). Los chicos consumen más videojuegos que las chicas (89 % frente a 71 %), lo que refleja una diferencia por sexo sistemática en el uso de videojuegos entre los distintos países. Esta brecha es especialmente amplia en Grecia e Islandia, países en los que oscila entre 33 y 35 puntos porcentuales, y mínima o inexistente en Chipre, Ucrania y Bulgaria (de 0 a 5 puntos porcentuales).
El 17 % de todos los estudiantes participantes en ESPAD declara haber pasado una media de 4 o más horas jugando en un día lectivo normal y el 32 % en un día no lectivo normal en los últimos 30 días, con tasas dos veces más altas entre los chicos que entre las chicas en ambos casos.
ESPAD también evalúa el riesgo autopercibido asociado al uso de videojuegos y el uso de redes sociales mediante una escala de tres elementos desarrollada por Holstein y sus colaboradores en 2014. Según estos autores, una puntuación de 2 o 3 indica un alto riesgo autopercibido de problemas relacionados con el uso de videojuegos y el uso de las redes sociales.
En 2024, el 22 % de los estudiantes participantes en ESPAD obtuvo entre 2 y 3 puntos en la escala de riesgo percibido en el uso de videojuegos. Esta medida es más baja en Chequia (12 %), Dinamarca (13 %), Austria y Finlandia (14 %), y más alta en Chipre (37 %), Lituania y los Países Bajos (31 % en ambos casos).
En general, los chicos (30 %) obtienen una puntuación positiva en la escala de riesgos del uso de videojuegos percibido en el doble de casos que las chicas (13 %). Las mayores diferencias por sexo se observan en Portugal y Alemania, donde los chicos superan en entre 25 y 26 puntos porcentuales a las chicas. En cambio, la diferencia es mínima en Chipre (menos de 1 punto porcentual) e incluso se invierte en los Países Bajos, donde las chicas obtienen una puntuación 7 puntos porcentuales superior a la de los chicos.
En cuanto al uso de las redes sociales, casi la mitad de los estudiantes (47 %) obtiene de 2 a 3 puntos en la escala de percepción del riesgo del uso de las redes sociales. Las prevalencias más altas se observan en Austria (58 %), Liechtenstein (57 %) y Alemania (56 %), mientras que las más bajas se registran en Chequia (29 %), Hungría y Polonia (ambos 32 %).
Las chicas (53 %) obtienen una puntuación positiva en la escala de riesgo percibida por el uso de las redes sociales en más casos que los chicos (42 %). En este caso, las diferencias por sexo se sitúan en un rango más reducido, de entre 3 y 17 puntos porcentuales, sistemáticamente superior para las chicas. Las mayores brechas se observan en las Islas Feroe, Liechtenstein y Eslovaquia (17 %).
Seguimiento de las tendencias: cómo han cambiado las cosas de 2015 a 2024
Las últimas conclusiones de ESPAD ponen de relieve un aumento sustancial de la prevalencia del uso de videojuegos entre los estudiantes de 16 años a lo largo del tiempo, que pasó del 47 % en 2015 al 80 % en 2024. La tendencia es especialmente pronunciada entre las chicas, cuya prevalencia en el uso de videojuegos se triplicó con creces, pues pasó del 22 % en 2015 al 71 % en 2024. Aunque los chicos declaran sistemáticamente un mayor consumo de videojuegos, en su caso el aumento es más gradual: del 71 % en 2015 al 89 % en 2024. La reducción de la diferencia por sexo sugiere que el uso de videojuegos, que antes era predominantemente masculino, se ha vuelto cada vez más frecuente entre las chicas.
La prevalencia del riesgo percibido en el uso de videojuegos se ha mantenido relativamente estable, con tasas globales en ligero aumento, del 20 % en 2015 al 22 % en 2024. Entre los chicos, el porcentaje se mantuvo constante en torno al 30 %, mientras que entre las chicas aumentó del 9,5 % en 2015 al 13 % en 2024, en consonancia con el uso creciente de videojuegos.
El uso problemático percibido de las redes sociales aumentó del 38 % en 2015 al 47 % en 2024 en total. El aumento fue más pronunciado entre los chicos, del 30 % al 41 %, mientras que entre las chicas la tasa se mantuvo sistemáticamente elevada, fluctuando entre el 53 y el 54 %.
Bienestar mental

Tras la pandemia de COVID-19 y en medio de los conflictos en curso en Europa y Oriente Medio, ESPAD ha reforzado su enfoque en el bienestar mental de los adolescentes. Los efectos persistentes del aislamiento social, las interrupciones de la enseñanza y la inestabilidad socioeconómica han acentuado la preocupación por la salud mental de los jóvenes.
Para evaluar y supervisar sistemáticamente esta cuestión, la encuesta ESPAD de 2024 incluyó por primera vez el índice de bienestar OMS-5, una medida validada del estado mental basada en experiencias vitales recientes. Una puntuación superior a 50 sobre 100 se considera indicativa de un buen bienestar mental.
Por término medio, el 59 % de los estudiantes declara tener un buen bienestar mental. A escala regional, las tasas más elevadas de bienestar se registran en el norte de Europa, y las Islas Feroe (77 %), Islandia (75 %) y Dinamarca (72 %) son los países con mayor prevalencia. El país con la menor tasa de bienestar autodeclarado es Ucrania (43 %), donde, desde 2022, los adolescentes han estado expuestos a acontecimientos traumáticos y a un acceso limitado a la atención a la salud mental, seguido de Chequia (46 %), Hungría (47 %) y Chipre y Polonia (49 %).
Por lo general, el bienestar mental tiende a ser mayor entre los chicos que entre las chicas, tanto por término medio (69 % frente a 49 %) como en todos los países participantes en ESPAD. Las mayores diferencias por sexo se observan en Italia (66 % entre los chicos y 35 % entre las chicas), Polonia (64 % entre los chicos y 33 % entre las chicas) y Suecia (78 % entre los chicos y 48 % entre las chicas). Las menores diferencias por sexo se observan en Chipre (52 % entre los chicos y 46 % entre las chicas), Ucrania (48 % entre los chicos y 39 % entre las chicas), las Islas Feroe (83 % entre los chicos y 72 % entre las chicas) y Georgia (75 % entre los chicos y 62 % entre las chicas).
Actividades preventivas

Alrededor del 72 % de los estudiantes participantes en ESPAD declara haber participado en al menos una intervención preventiva en los dos años anteriores a la encuesta. Estas intervenciones abarcan desde actos de sensibilización centrados únicamente en proporcionar información, hasta programas basados en competencias, que incorporan actividades interactivas diseñadas para desarrollar habilidades personales y sociales. Esta es la primera recopilación de datos que incluye información sobre la participación en programas de prevención, lo que ofrece nuevas perspectivas sobre la participación de los jóvenes en estas iniciativas. Es importante subrayar que no todas las intervenciones de prevención se basan en datos contrastados.
Más de la mitad de los estudiantes (56 %) afirman haber asistido a eventos de sensibilización o información sobre sustancias legales e ilegales o conductas de riesgo. Las tasas de participación más altas se registran en Eslovaquia (77 %) y Hungría (74 %), mientras que las más bajas corresponden a Kosovo (31 %) y Montenegro (38 %).
El alcohol es el tema que se aborda con mayor frecuencia, pues el 49 % de los estudiantes declara haber participado en eventos informativos relacionados. A nivel nacional, los porcentajes más elevados se registran en Eslovaquia (70 %) y Croacia (67 %), mientras que el más bajo se observa en Kosovo (18 %).
Los eventos relacionados con el tabaco son los segundos más frecuentes, con una asistencia del 38 % de los estudiantes. Las tasas de asistencia más elevadas se observan en Eslovaquia y Hungría (59 %), mientras que las más bajas se registran en Chipre (22 %) y Georgia (23 %).
Sólo el 31 % de los estudiantes participantes en ESPAD, por término medio, declara haber asistido a eventos de sensibilización o información sobre sustancias ilegales. Las tasas de participación más altas se registran en Eslovaquia (60 %) e Islandia (56 %), y las más bajas en Kosovo (10 %) y Georgia y Suecia (11 % en ambos casos).
Los temas que se abordan con menos frecuencia en las actividades son los comportamientos de riesgo no relacionados con sustancias, como los juegos de azar, los videojuegos o los trastornos relacionados con Internet, con una asistencia de una media del 28 % de los estudiantes participantes en ESPAD. La tasa de participación más alta se registra en Islandia y Eslovenia (48 %), mientras que Kosovo presenta la más baja (9,4 %).
La asistencia a eventos de sensibilización o información relacionados con las sustancias es más frecuente entre las chicas. Sin embargo, en los eventos enfocados a trastornos relacionados con los juegos de azar, los videojuegos e Internet, los chicos (30 %) declaran una mayor participación que las chicas (24 %).
En cuanto a las actividades de formación interactiva, componente clave de los esfuerzos de prevención, el 55 % de los estudiantes participantes en ESPAD afirma haber asistido a intervenciones centradas en el desarrollo de habilidades sociales, habilidades personales o alfabetización mediática. A nivel nacional, la asistencia va del 35 % en las Islas Feroe y el 36 % en Suecia, al 71 % en Malta y España y al 72 % en Finlandia.
El tipo de formación más frecuente se centra en las habilidades sociales, con una media del 41 %, con el objetivo de mejorar la interacción y la comunicación con los demás (por ejemplo, para expresar sentimientos, desarrollar la empatía y hacer frente a la presión de los compañeros). Finlandia registra la tasa de participación más alta (64 %), mientras que Suecia presenta la más baja (25 %).
Una proporción similar de estudiantes (40 %) afirma haber asistido a cursos de alfabetización mediática, que se centran en el análisis crítico de los anuncios y los contenidos de los medios de comunicación para reconocer los mensajes que se pretende transmitir y reducir la susceptibilidad a la manipulación. Estas actividades de formación fueron más frecuentes en Finlandia (60 %) y Dinamarca (59 %), y menos en Kosovo (20 %).
El tipo de formación menos extendido se centra en la mejora de las capacidades personales, en general proporcionando a los estudiantes estrategias para hacer frente a situaciones vitales difíciles de manera saludable, según informa algo más de un tercio de los estudiantes participantes en ESPAD (36 %). Las tasas de asistencia más elevadas se registran en Lituania (56 %) y Malta (55 %), y las más bajas, en las Islas Feroe (23 %) y Suecia (24 %).
En general, la diferencia por sexos observada en la asistencia es más pronunciada en estas intervenciones, pues el 60 % de las chicas declara haber asistido, en comparación con el 51 % de los chicos. Este patrón se mantiene en todos los tipos de formación.
Aunque los eventos de sensibilización o información suelen estar más concentrados en Europa oriental, las iniciativas de prevención basadas en capacidades, que se consideran con mayor potencial de eficacia en comparación con los eventos de sensibilización o información, son más frecuentes en Europa occidental y meridional.
Países participantes
En la edición de 2024 de la encuesta ESPAD participaron los siguientes países:
Alemania, Austria, Bulgaria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Islas Feroe, Italia, Kosovo (1), Letonia, Liechtenstein, Lituania, Macedonia del Norte, Malta, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía, Serbia, Suecia y Ucrania.
Fuente de datos
Los datos utilizados para generar las visualizaciones de datos de esta página pueden encontrarse a continuación, así como en nuestro catálogo de datos. Estos datos están cubiertos por una licencia Creative Commons Attribution 4.0 International (CC BY 4.0). Nota para la atribución: utilice «Proyecto europeo de encuestas escolares sobre alcohol y otras drogas (ESPAD)».
Acerca de ESPAD
El proyecto europeo de encuestas escolares sobre alcohol y otras drogas (ESPAD) es un esfuerzo de colaboración de equipos de investigación independientes de más de 40 países europeos y el mayor proyecto de investigación transnacional sobre el consumo de sustancias entre adolescentes del mundo. El objetivo general del proyecto es recopilar reiteradamente datos comparables sobre el consumo de sustancias entre los estudiantes de entre 15 y 16 años de edad en el mayor número posible de países europeos. La EUDA es un socio clave en el proyecto ESPAD.
Puede encontrar más información en el sitio web de ESPAD.
Sobre esta publicación
Cita recomendada: Grupo ESPAD (2025), Conclusiones destacadas del proyecto europeo de encuestas escolares sobre alcohol y otras drogas (ESPAD) de 2024, Agencia de la Unión Europea sobre Drogas, Lisboa, https://www.euda.europa.eu/publications/data-factsheets/espad-2024-key-findings_en
Identificadores
HTML: TD-01-25-003-ES-Q
ISBN: 978-92-9408-040-0
DOI: 10.2810/4167181
(1) Esta denominación se entiende sin perjuicio de las posiciones sobre su estatuto y está en consonancia con la Resolución 1244/1999 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia sobre la declaración de independencia de Kosovo.